LA DESINFORMACIÓN, PRINCIPAL BARRERA EN EL USO DE TRATAMIENTO CONTRA LOS SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA
El doctor en Ginecología y Obstetricia, Joaquim Calaf Alsina, desmitifica y aclara dudas sobre el uso de la terapia hormonal durante la menopausia.
Con motivo del Día Mundial de la Menopausia, que se celebró el pasado 18 de octubre, se desarrolló un especial centrado en el abordaje de este período fisiológico de la vida de las mujeres.
Una de las principales dudas que se plantean a la llegada de la menopausia es el uso de la terapia hormonal (THM). El doctor en Ginecología y Obstetricia, Joaquim Calaf Alsina, aclara este asunto y rompe con algunos mitos:
Partiendo de la necesidad de contar con criterios sobre cómo elegir estos tratamientos, el doctor apunta que "la menopausia es un problema reciente". La causa: el aumento de la esperanza de vida de las mujeres. La línea de los 50 años de vida no se cruzó casi hasta 1930, es decir, "antes un porcentaje muy pequeño de mujeres experimentaban la menopausia", señala el doctor. Así, hoy en día se ha hecho más necesario conocer bien estos tratamientos para poder elegir los más convenientes.
El Doctor Calaf pone de manifiesto que hasta el 47% de las mujeres postmenopáusicas presenta síntomas vasomotores, pero sólo un 15% realiza algún tratamiento. Además, de este porcentaje, tan sólo un 27% utiliza el tratamiento hormonal. Con estos datos es indudable que las mujeres, por lo general, no utilizan las opciones terapéuticas a su disposición para aliviar los síntomas de la menopausia.
Una de las barreras que el especialista detecta a la hora de optar por los tratamientos de la menopausia son las dudas de su seguridad cuando ya hay una patología subyacente. “Básicamente, es el miedo a los efectos adversos lo que frena a las mujeres a adoptar los consejos que les pueden ayudar con la sintomatología de la menopausia”. Pues bien, Calaf nos aclara que, a través del asesoramiento clínico, se puede conocer el perfil de una usuaria determinada y adaptar el tratamiento más seguro y beneficioso para ella.
De esta manera, la paciente aporta en la consulta los datos de su caso, como por ejemplo si tiene o no sofocos, sequedad vaginal o sus propias dudas. Por su parte, el profesional sanitario “con neutralidad e información objetiva”, afirma, puede determinar la idoneidad del tratamiento. En los casos de mujeres que, además, presentan patología adicional, el profesional sanitario tiene más peso para asesorar a la paciente.
“La patología subyacente da complejidad a la toma de decisiones”, afirma, pues en estos casos no sólo se trata de aliviar los síntomas de la postmenopausia, sino, además, no afectar al resto de tratamientos que esté llevando a cabo. Los criterios de elegibilidad de la THM de la AEEM (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia) van a ser sumamente importantes en estos casos. Para establecer la calidad de las pruebas que se realizan a la hora de asesorar sobre los tratamientos hormonales de la menopausia, se miden las implicaciones clínicas y las evidencias, de manera que se recomiendan las terapias más indicadas en cada caso.
También se valoran las formulaciones o vías de administración en función de la condición de cada mujer. Pueden ser, por ejemplo, sistémicas (orales o transdérmicas) o locales. Por lo que las mujeres recibirían en cada caso el tratamiento que les corresponda y que más se adapte a su sintomatología.
Con este contexto, el experto concluye que el uso de las alternativas terapéuticas eficaces es muy bajo, y que con los criterios de elegibilidad de la menopausia se puede ayudar al profesional sanitario a asesorar a la mujer en estos casos, incluso a las que presentan patologías. Por ello, se redunda en la seguridad para la usuaria de estos tratamientos, tenga o no una patología subyacente.
Publicado en el portal Consalud.es patrocinada por Gedeon Richter
