Entrevista a Miguel Ángel Losada, director científico de Gedeon Richter Ibérica, para dar a conocer cómo es la realidad de la menopausia y los tratamientos disponibles a día de hoy.
¿Cómo ha cambiado la percepción de la menopausia, tanto en las mujeres que están pasando por ella como en el resto de la sociedad?
En las últimas décadas se ha ido desmitificando de forma paulatina la menopausia como “proceso natural”, cuyos síntomas debía sufrir la mujer evitando hablar de ello a nivel de su entorno, incluso sin considerar la consulta al profesional sanitario. Afortunadamente, en la actualidad, el mayor conocimiento médico sobre la sintomatología derivada del final de la etapa reproductiva de la mujer, y la mayor difusión en los medios de comunicación, sin duda han ayudado a una mayor concienciación y sobre todo a entender que ese “proceso natural” puede tener diferentes tratamientos sintomáticos y medidas higiénico-dietéticas que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida. Teniendo en cuenta la esperanza de vida actual, no olvidemos que más de un tercio de la vida de las mujeres transcurrirá después de la menopausia, por ello, es importante que este periodo de transición afecte lo menos posible a la calidad de vida de las mujeres que se encuentran en esa etapa.
¿Cuáles diría que son los síntomas que más condicionan la calidad de vida de las mujeres que los padecen?
Por su aparición brusca, lo que se denomina “sintomatología vasomotora” es lo que presenta mayor impacto en la calidad de vida de la mujer menopáusica. Este cuadro incluye una variedad de síntomas entre los que destacan los sofocos, sudoraciones, palpitaciones, insomnio, parestesias o sensación de hormigueo, cefaleas y vértigos. Aunque el motivo de consulta más frecuente está relacionado con los sofocos y las sudoraciones nocturnas.
"Una de las consecuencias de la disminución de los niveles de estrógenos en la menopausia es la atrofia vaginal o síndrome genitourinario, responsable de la aparición de síntomas que afectan a la calidad de vida de las mujeres"
No hay que olvidar que en la etapa posmenopáusica, como consecuencia de la pérdida de actividad hormonal, puede aparecer en un alto porcentaje de mujeres la atrofia vaginal y a más largo plazo patologías silentes como la osteoporosis.
¿Cómo afecta la menopausia a la salud sexual de la mujer?
Tal y como comentábamos en la pregunta anterior, una de las consecuencias de la disminución de los niveles de estrógenos en la menopausia es la atrofia vaginal o síndrome genitourinario, responsable de la aparición de síntomas que afectan a la calidad de vida de las mujeres, como son la sequedad vaginal y/o dispareunia (dolor antes, durante o tras mantener relaciones sexuales). Estos síntomas llegan a aparecer en la mitad de las mujeres después de la menopausia, un porcentaje que asciende al 65% después del primer año tras el inicio de la menopausia, y al 84% tras 6 años después de la menopausia. Existen diferentes estudios (como el EVES y el REVIVE) que coinciden en señalar que este síndrome puede derivar en un bajo deseo sexual y en problemas de pareja, que inciden directamente en la calidad de vida de la mujer.
Por ello, es necesario concienciar a la mujer de que pueden aparecer estos síntomas y que existen diferentes tratamientos que ayudan a aliviarlos, impactando positivamente en su calidad de vida.
Recientemente salió un estudio que destacaba que el 85% de las mujeres con síntomas de la menopausia no recibían una terapia eficaz. ¿Qué cree que tiene que pasar para que esto cambie?
Tal y como afirmaba en la primera respuesta, hoy el día el concepto menopausia se ha desmitificado bastante, lo cual no significa que la mujer acuda de forma inmediata a su médico de cabecera o ginecólogo. Al no tratarse de una enfermedad como tal y en función de la severidad de los síntomas, lo más probable es que la mujer opte por buscar soluciones más “naturales” antes de solicitar el consejo del especialista. Por otro lado, sigue existiendo una desinformación sobre los tratamientos médicos disponibles, que a veces generan miedos infundados, como es la llamada “hormonofobia”.
Es necesario seguir concienciando de la necesidad de que, ante la aparición de algunos de los síntomas, la mujer se informe adecuadamente a través de su médico de lo que supone la transición menopaúsica. La pérdida de la actividad hormonal no sólo es responsable de la aparición de los síntomas descritos, sino que puede ser el preludio de la aparición de patologías silentes en un futuro próximo, como la osteoporosis, en la que la actuación de forma preventiva puede ser muy beneficiosa.
¿Qué ha cambiado en el abordaje de los síntomas de la menopausia y cómo ha contribuido Gedeon Richter en esto?
Respecto a hace un par de décadas se ha avanzado en el mejor conocimiento de la efectividad y seguridad de los tratamientos hormonales. Gedeon Richter, como laboratorio pionero en el desarrollo de este tipo de medicamentos, ha contribuido en desarrollar nuevas formulaciones y formas farmacéuticas que permiten mejorar desde la vía de administración, a la dosificación más idónea en función de las necesidades de cada mujer.
La compañía está especializada en salud de la mujer en todas las etapas de su vida, ¿en qué patologías o áreas concretas están trabajando?
Como objetivo principal, seguimos manteniendo el compromiso de proporcionar soluciones terapéuticas para todas las mujeres a lo largo de su vida. En estos momentos mantenemos el foco en el área terapéutica de la patología uterina benigna; sin perder de vista otras áreas estratégicas como la fertilidad, anticoncepción y salud ósea.
¿Cree que hay suficiente investigación en tratamientos para los síntomas de la menopausia?
Sigue habiendo investigación con moléculas novedosas, aunque, en mi opinión, existe suficiente arsenal terapéutico para mejorar la calidad de vida de las mujeres en esta etapa de la vida, especialmente a las que sufren sintomatología de moderada a severa y que pueden no estar tratadas.
¿Considera que los profesionales sanitarios están concienciados sobre la necesidad de tratar los síntomas de la menopausia?
Especialmente en el ámbito de la ginecología y a través de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, se han venido publicando guías clínicas, protocolos y criterios consensuados para la elegibilidad de los tratamientos más adecuados que, sin duda, han contribuido a un mayor conocimiento por parte del colectivo sanitario. Por otro lado, la mayor difusión en los medios ha permitido romper tabús y las mujeres empiezan a solicitar cada vez más ayuda a los profesionales de la salud.
